
La dignidad es un principio fundamental en el ser humano, y por lo tanto, debe ser respetado en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, las personas en situación de calle son uno de los grupos más vulnerables y que con mayor frecuencia se les niega dicho principio.
En nuestro país, son miles las personas que duermen a la intemperie todas las noches. La ausencia total de un hogar, así como la falta de recursos económicos, de apoyo familiar y de redes sociales de respaldo, entre otros factores, hacen que estas personas se enfrenten a múltiples dificultades para sobrevivir.
Es fundamental que las personas en situación de calle sean tratadas con respeto y dignidad, y que se les brinde la atención que necesitan para salir de esta difícil situación. Todos los seres humanos tienen derecho a ser tratados con igualdad y justicia, sin importar su condición social.
La atención digna es aquella que reconoce la dignidad de las personas, que se basa en el respeto a sus necesidades y que promueve su autonomía y el empoderamiento. Esto implica que se deben garantizar los siguientes derechos:
Para poder brindar la atención digna que necesitan las personas en situación de calle, es fundamental trabajar en conjunto con diferentes actores sociales: organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos locales y nacionales, el sector privado y la comunidad en general.
La participación activa y comprometida de estos actores es fundamental, ya que brinda una atención más completa y efectiva, y asegura que las necesidades específicas de cada persona sean consideradas. Además, promueve la creación de políticas públicas específicas para el tema y la concientización de la sociedad sobre esta problemática.
Los gobiernos locales y nacionales tienen la responsabilidad de garantizar los derechos de todos los ciudadanos, incluidos aquellos que se encuentran en situación de calle. Es importante que se implementen políticas públicas específicas que aborden esta problemática de manera efectiva, y se brinde el presupuesto necesario para ello.
El sector privado puede ofrecer su colaboración en la creación de empleos y programas de formación para las personas en situación de calle, lo que puede ayudarles a recuperar su confianza y autoestima. Además, pueden colaborar en la realización de donaciones de alimentos, ropa, suministros médicos, entre otros.
Las organizaciones de la sociedad civil, especialmente las que trabajan en el ámbito de los derechos humanos, tienen un papel fundamental en la defensa de los derechos de las personas en situación de calle. Trabajan para brindar atención especializada, asesoramiento legal y lobbying para la creación de políticas públicas específicas que aborden la situación.
La comunidad en general también tiene la responsabilidad de colaborar en la atención de las personas en situación de calle. Un buen ejemplo es a través de la realización de donaciones de alimentos, ropa y otros elementos necesarios para su subsistencia.
Es fundamental que se promueva la atención digna para las personas en situación de calle, lo que implicaría el reconocimiento de su dignidad, necesidades y promoción de su autonomía. Asimismo, esta atención debe ser apoyada por la colaboración y participación activa de todos los actores sociales involucrados. Solo así podremos erradicar el flagelo de la falta de vivienda y garantizar que todas las personas puedan vivir con dignidad.