El derecho a la movilidad y los desplazados internos

derecho a la paz y a la seguridad

En todo el mundo, muchas personas son obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos armados, violencia, desastres naturales o la falta de oportunidades económicas. A menudo se los conoce como desplazados internos y se estima que actualmente hay alrededor de 40 millones en todo el mundo. Se les ha negado el derecho a vivir en paz y seguridad en sus hogares y a menudo son discriminados y marginados en los lugares a los que huyen.

¿Qué son los desplazados internos?

Los desplazados internos son personas que han sido obligadas a huir de sus hogares, pero no han cruzado una frontera internacional para buscar refugio en otro país. Estas personas son consideradas refugiados dentro de su propio país y a menudo enfrentan las mismas condiciones miserables y peligrosas que los refugiados que cruzan las fronteras internacionales. Sin embargo, a menudo reciben menos atención y recursos que los refugiados internacionales.

Los desplazados internos son una población vulnerable que a menudo se enfrenta a la violencia, la discriminación y la falta de oportunidades básicas de subsistencia. A menudo se ven obligados a vivir en campos de desplazados internos o en asentamientos improvisados, donde las condiciones pueden ser extremadamente precarias, con acceso limitado a alimentos, agua, saneamiento y atención médica.

El derecho a la movilidad

Todas las personas tienen derecho a la libertad de movimiento, y este derecho está protegido por la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros tratados internacionales de derechos humanos. Este derecho incluye el derecho a moverse dentro de un país y el derecho a salir de un país y regresar a él. Sin embargo, los desplazados internos a menudo se ven obligados a abandonar su hogar y comunidad debido a conflictos armados, violencia, desastres naturales o la falta de oportunidades económicas, lo que les niega este derecho fundamental.

El derecho a la movilidad también incluye el derecho a buscar asilo y refugio en otro país si se enfrenta a un peligro inminente en su hogar. Los países que reciben a los refugiados y desplazados internos tienen la obligación de protegerlos y garantizar que puedan disfrutar de sus derechos humanos básicos, incluido el derecho a la libertad de movimiento.

Los desafíos que enfrentan los desplazados internos

Los desplazados internos a menudo enfrentan una serie de desafíos para disfrutar de sus derechos humanos básicos, incluido el derecho a la movilidad. La discriminación y la estigmatización son comunes, lo que puede hacer que sea difícil para los desplazados internos encontrar trabajo, vivienda y educación en las comunidades a las que llegan.

Además, las barreras físicas y legales pueden limitar la movilidad de los desplazados internos. Los campamentos y asentamientos de desplazados internos a menudo están rodeados de cercas o muros, lo que limita su capacidad para moverse dentro del campamento y acceder a los servicios necesarios. Además, algunos gobiernos pueden imponer restricciones legales a la movilidad de los desplazados internos, lo que les impide moverse libremente por el país en busca de oportunidades o para reunirse con sus familias.

Proteger el derecho a la movilidad de los desplazados internos

Es importante que se tomen medidas para proteger el derecho a la movilidad de los desplazados internos. Los gobiernos deben garantizar que los desplazados internos tengan acceso a la información sobre sus derechos y las oportunidades disponibles para ellos. Esto incluye información sobre cómo obtener documentos de identidad y otros documentos necesarios para moverse libremente por el país.

También es importante para los gobiernos y la comunidad internacional garantizar que los desplazados internos tengan acceso a servicios básicos, como alimentos, agua, saneamiento y atención médica. Los desplazados internos deben tener la libertad de moverse dentro y fuera de los campamentos y asentamientos de desplazados internos sin limitaciones arbitrarias.

Además, es importante que la comunidad internacional aborde las causas profundas del desplazamiento interno, como el conflicto armado, la violencia y la falta de oportunidades económicas. Los gobiernos y la comunidad internacional deben trabajar juntos para garantizar que los desplazados internos tengan acceso a oportunidades económicas y educativas, y para promover la reconciliación y el diálogo en las comunidades afectadas por el desplazamiento interno.

Conclusión

El derecho a la movilidad es un derecho humano fundamental para todas las personas, incluidos los desplazados internos. A menudo, los desplazados internos se enfrentan a una serie de desafíos para disfrutar de este derecho, lo que puede limitar su capacidad para reconstruir sus vidas y reintegrarse en la sociedad. Es importante que los gobiernos y la comunidad internacional trabajen juntos para proteger este derecho fundamental y para abordar las causas profundas del desplazamiento interno.